Los microvehículos aéreos (MAV) son algunos de los drones más pequeños disponibles y, a menudo, no miden más de unos pocos centímetros. Su reducido tamaño permite su uso en multitud de situaciones, especialmente en espacios cerrados y compactos. Además, suelen ser ligeros y fáciles de transportar y maniobrar. Sin embargo, tienen una notable desventaja: una autonomía limitada, que normalmente sólo les permite volar unos diez minutos. Pero eso ha cambiado recientemente.
Investigadores de la Universidad de Beihang en China han desarrollado un MAV con energía solar capaz de realizar tareas de reconocimiento aéreo a largas distancias y durante largos períodos de tiempo. Este dispositivo se llama “CoulombFly”. Según Ming Jing Qi, investigador principal del estudio publicado en Nature, “el sistema se puede aplicar a todo tipo de vehículos voladores pequeños, incluidos aviones de ala fija, de ala giratoria y de ala batiente, y puede prolongar significativamente su tiempo de vuelo”. a varias horas.”
El uso de MAV en lugar de un dispositivo más grande puede resultar especialmente útil, entre otros: en búsqueda de personas desaparecidas, operaciones militares, seguimiento de cultivos, inspección de infraestructuras y vigilancia ambiental. Qi espera que el desarrollo de CoulombFly amplíe enormemente las aplicaciones de estos drones en tareas de baja altitud, investigación, fotografía y más.
CoulombFly pesa 4,21 gramos y utiliza un sistema de propulsión por impulso electrostático compuesto por un motor y una hélice de 10 cm, junto con un transductor liviano de alto voltaje que permite una alta eficiencia en la relación entre sustentación y potencia. Este sistema funciona con células solares, lo que permite que el MAV vuele únicamente utilizando la luz solar natural.
Si bien el estudio no especificó la cantidad máxima de tiempo que CoulombFly podría permanecer en el aire durante las pruebas, estimó que podría volar “varias horas” en las condiciones adecuadas. «Con una intensidad de luz de 900 W/m² o más, nuestro dispositivo puede volar. Sin embargo, la duración real del vuelo depende de las condiciones climáticas”, afirma Qi.
Según el estudio, este microvehículo es actualmente el vehículo de propulsión solar más pequeño y ligero en comparación con otros dispositivos similares, que suelen medir alrededor de 2 metros y pesar 2,6 kilogramos. CoulombFly pesa poco más de 4 gramos. Durante las pruebas, se añadió una carga útil adicional de 1,59 gramos para cubrir los actuadores, sensores y componentes electrónicos de control necesarios para que el microvehículo recopile información útil.
Qi también comenta que hay margen de mejora en aspectos como los motores, las hélices y los circuitos, lo que podría aumentar la carga útil adicional hasta en 4 gramos en el futuro. Sin embargo, actualmente el dispositivo no cuenta con un sistema de control a bordo, por lo que no puede funcionar de forma automática.
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